Cuando la inspiración viene sola, llama el insomnio a la puerta: el deseo de crear obliga. Transfigurarse en la experiencia de atrapar el verso y la idea es un acto de placer, dolor y trabajo. Así es la poesía, quién la ha sentido, disfrutado o sufrido, lo sabe. Éxtasis onírico y lírico que me fecunda. Recrear por los cuatro costados es vital para seguir despierta.
11 de abril de 2012
¿Huir no es de cobardes?
¿Quienes son los que tienen ahora que hacer los esfuerzos?
Que los hagan los mercados ¿Por qué no se les recorta a los mercados?
Para colmo se prohiben las quedadas por internet. ¿Dónde vamos a llegar?
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