Cuando la inspiración viene sola, llama el insomnio a la puerta: el deseo de crear obliga. Transfigurarse en la experiencia de atrapar el verso y la idea es un acto de placer, dolor y trabajo. Así es la poesía, quién la ha sentido, disfrutado o sufrido, lo sabe. Éxtasis onírico y lírico que me fecunda. Recrear por los cuatro costados es vital para seguir despierta.
28 de mayo de 2019
Eso no estaba en mi libro de Historia de la Ciencia
Miércoles 29 de mayo. 19.30. Espacio Quiñones con Eugenio Manuel Fernández y Rosario Troncoso.
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