José María Ridao
nació en Madrid en 1961. Realizó las licenciaturas de Filología Árabe y
Derecho. En 1987 ingresó en la carrera diplomática, que ejerció en Angola,
URSS, Guinea Ecuatorial y Francia. Ha sido embajador permanente de España ante
la UNESCO (2004-2006) y ante la OCDE y fue jefe de estudios de la Escuela
Diplomática desde 1998 hasta el año 2000 en el que abandona por la reflexión y
la literatura sus competencias de representación internacional. Recientemente ha sido nombrado Cónsul en París.
Prolífico
escritor, es autor de numerosos ensayos y novelas entre los que se encuentran:
·
Radicales
libres (2011)
·
Mar Muerto (2010)
·
Por la Gracia de Dios (ed.) (2008)
·
Elogio de la imperfección (2006)
·
Dos visiones de España (ed.) (2005)
·
Weimar entre nosotros (2004)
·
La paz sin excusa (2004)
·
El pasajero de Montauban (2003)
·
La elección de la barbarie (2002)
·
El mundo a media voz (2001)
·
La desilusión permanente (2000)
·
Contra la Historia (2000) Ampliada y reeditada
en el 2009.
·
Excusas para el Doctor Huarte (1999)
·
Agosto en el paraíso (1998)
Ha sido miembro del
Consejo Editorial del El País publicación con la que sigue colaborando y colaborador de la Cadena Ser.
Ridao no se
mantiene indiferente con lo que pasa, incansable articulista se pronuncia en
temas de inquietante actualidad hasta llegar al fondo de cuestiones económicas,
sociales, políticas que están marcando la situación que tan gravemente nos
contextualiza: España en el mundo, las políticas internacionales, la situación
israelí, la paradoja nuclear, el soberanismo, Cataluña, o las opiniones de
Cospedal en cuanto a la nómina de los Diputados.
Desvinculado en
la actualidad de organizaciones políticas, ha manifestado en alguna entrevista
que estar en una estructura implica la pérdida de libertad y que a estas
alturas para él lo importante es representarse a sí mismo.
Hoy, en el
décimo cuarto Congreso organizado por la Fundación Caballero Bonald y la
Consejería de Educación de la Junta de Andalucía en torno a los Transgresores y
heterodoxos, Ridao, reconocido sobradamente por sus discursos inteligentes y
brillantes, defensor de la radicalidad y del pensamiento libre, nos habló ampliamente de
Ficción y Heterodoxia. Su mirada ágil y original, documentada y
lúcida apoyada en su formación, experiencias, en la Historia, la creación, la
religión, la ciencia y la política nos ha siervido hoy para arrojarnos otra
perspectiva con la que enriquecer nuestros puntos de vista sobre estos
planteamientos.
Podía haber sido Realidad y Transgresión, pero ha sido Ficción y
Heterodoxia. Una magnífica intervención.
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