Cuando regresas las mañanas levantan el vuelo, quizá es el momento de la brisa suave que acaricia con tu llegada hasta tu partida. Si regresas, las mañanas se visten de alegres canciones, se disfrazan de sonrisas, son el hálito justo que apaciguara el pulso. Son la broma o la mano del destino.
Si tú regresas las mañanas se visten de alegres canciones. Rastro, huella de mi búsqueda errante, que sin ti no encuentro señales, nunca el tiempo es perdido, es sólo un recodo más en nuestra ilusión ávida de olvido, nunca el tiempo es perdido, nunca el tiempo es perdido, es sólo un recodo más en nuestra ilusión ávida de cariño...
Manolo García, Nunca el tiempo es perdido.
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