Educación, cortesía y convivencia.

"Saludando no es gerundio", me sorprende que haya sido este escritor quién ha reflexionado sobre este tema, pero así ha sido. Pérez Reverte en el suplemento XL Semanal, escribe un artículo sobre las contradicciones que el comportamiento y las actitudes del españolito de a pie comete entre cómo debiéramos de ser y cómo actuamos.

"Supongo que cualquiera de ustedes conoce casos parecidos en los que oficie de protagonista activo o pasivo. Pero no creo que deban atribuirse siempre a grosería o mala voluntad. Muchas veces se trata sólo de incertidumbre y timidez social, fruto de una educación deficiente: la inseguridad de no tener claros, desde niños, los usos elementales de cortesía y convivencia. Y no deja de ser contradictorio, en esta España saturada de demagogia idiota, buen rollito y compadreo cantamañanas, que despreciemos de ese modo las fórmulas que, precisamente, ayudan a que la sociedad de los seres humanos sea soportable".

Cuando en teoría la amabilidad debiera ser una de nuestras características, por falta de educación o por chulería, nuestros gestos para con los demás en el día a día dejan mucho que desear... No parece que estemos poniendo de nuestra parte por corregirnos y ponemos de manifiesto y en evidencia, lo que en definitiva somos; en muchas ocasiones, unos maleducados.

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