Posiblemente, embarcarse
en la creación y gestión de una empresa en los tiempos que corren: crisis,
desahucios, bancos que no prestan ni un duro… sería tachado por muchos como una
locura. Cuando sin embargo, y aunque parezca mentira, resulta en ocasiones que
se trata de todo lo contrario.
Es un riesgo a
contracorriente, y para muchos una barbaridad. Pero ahora, precisamente ahora,
es un riesgo más necesario que nunca. ¿Y por qué? Porque las pequeñas empresas
no son el “chapú” de andar por casa. Las pequeñas empresas son esa transfusión
de sangre que necesita el paciente que se muere antes de su intervención. Esa
inversión que no hace el gobierno de este país, y que esos locos y pequeños
atrevidos emprendedores cargados de energía, acometen jugándose
incluso sus propios ahorros. Los comercios del barrio, las modestas empresas
familiares, las nuevas ideas ilusionantes, las apuestas de siempre… son hoy en
día esas actuaciones que revitalizan la economía de nuestras comarcas sin que
apenas lo percibamos. Son empresas que dinamizan costumbres, cultura,
curiosidades, necesidades y se posicionan como el motor imprescindible del
futuro económico de este país. Son la oportunidad que necesitamos y es en las
que deben confiar nuestros bolsillos.
Muchos proyectos no
saldrían adelante sin ellas. Muchos sueños se quedarían solo en eso, en los
sueños que imaginamos desde un balcón. Son y serán las únicas capaces de
despertarnos de este letargo en el que estamos sumidos y concederle al futuro
que nos aguarda un poco de esperanza.
Una de esas empresas, es
la que gestiona Eduardo Albaladejo. Periodista y emprendedor. Un ejemplo, como
en otras ocasiones nos hemos referido a otras. Su capricho y riesgo se llama
Ediciones El Boletín, con sede en El Puerto de Santa María, edita libros de
autores andaluces y un informativo semanal que aglutina todas las citas
culturales de la provincia con carácter mensual.
Os invito a conocer sus
publicaciones y su trabajo. El boletín está en twitter, facebook y tiene páginaweb. Descúbrelo, merece la pena.
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