Cuando la inspiración viene sola, llama el insomnio a la puerta: el deseo de crear obliga. Transfigurarse en la experiencia de atrapar el verso y la idea es un acto de placer, dolor y trabajo. Así es la poesía, quién la ha sentido, disfrutado o sufrido, lo sabe. Éxtasis onírico y lírico que me fecunda. Recrear por los cuatro costados es vital para seguir despierta.
Muy buen blog, muy buena informacion, un abrazo
ResponderEliminarUn deleite leer todo lo que escribe Faelo. Los Papiros de Tebas, es un regalo para los sentidos del otro lado de los sentidos. Gracias Faelo!!
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