De nuevo los datos del CIS. El paro, los problemas económicos y los políticos y los partidos políticos ocupan el ranking de preocupaciones ciudadanas.
Un partido popular que calla, unas primarias no del todo bien encajadas por eso de la democracia interna. Esa democracia interna cuestionada y cuestionable, una democracia que es en realidad partitocracia. Una situación política heredada y atada.
Estamos ante una imperiosa necesidad de recuperar la credibilidad, pero sobre todo los valores, los Valores. Pongámoslo con mayúscula porque así es. Estamos rodeados de tráficos de influencias, de prevaricación, de cohecho, de malversación de fondos, de vivir del cuento... pero no pasa nada con el Gürtel, no con los tránsfugas, ni con nada...Todos en general, desde el político de turno al ciudadano de a pie, que si puede librarse de un IVA o hacer una chapuza sin factura, vive contento sin calibrar las consecuencias del fraude. Todos.
Aunque hay cuestiones, muchas, que empiezan a preocupar: "los políticos y los partidos políticos", "casi la mitad de españoles cree que es la mujer quién debe renunciar al trabajo fuera de casa"...
Este es el país en el que vivimos y el que estamos construyendo. Un país que permite que los ricos sigan con sus privilegios y los pobres se crean que eso es justo. Somos todos responsables de lo que pasa, con nuestra connivencia consintiendo que esto sea así, sin mojarnos y mirando para otro sitio, como si la política no fuese un ejercicio de corresponsabilidad. Es hora de que la seriedad, la coherencia, la honradez y la madurez democrática sean realmente reivindicadas de una vez. Eso está en las manos del pueblo. ¿A dónde vamos?
Yo no soy Alicia, pero desde luego mi país, como entre todos no lo remediemos, no es el de las maravillas. Hay que recuperar la ilusión y la credibilidad pero no en los cuentos de hadas sino en las cuentas del reino.
La Sociedad Española necesita valores y me agrada mucho que lo comentes en tu artículo. Cuando tengamos valores, podremos recuperar la ilusión.
ResponderEliminarEs así, Rafael, hay que recuperar los valores, pero sin escrúpulos, es difícil. Hay que concienciarse de lo que está pasando.
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