Ayer fue un día muy ajetreado políticamente y particularmente emocionante. Por eso, hoy me permito recomendar un libro, por lo que de aplicación práctica ante las situaciones de la vida cotidiana puede suponernos. Más Platón y menos prozac, puede ayudarnos a comprender determinadas situaciones, no nos arregla la vida pero al menos nos la hace más placentera.
Aunque filosofía y práctica son dos palabras que no se pueden relacionar, lo cierto es que la filosofia siempre ha proporcionado herramientas para desenvolverse en la vida cotidiana. Desde Sócrates, era una forma de vida, no una disciplina académica; es decir, no sólo objeto de estudio sino también de aplicación. No fue hasta el siglo pasado cuando se vio consignada a una ala esotérica de la torre de marfil.
Más Platón y menos Prozac se inspira en los más grandes filósofos y filosofías de la historia del mundo para enseñar a abordar los aspectos más importantes de la vida. Trata sobre los problemas habituales como la manera de llevar las relaciones amorosas, de vivir con ética, de prepararse para morir, de enfrentarse a un cambio profesional y de encontrar sentido a la existencia. En lugar de ofrecer enfoques pseudomédicos orientados a las patologías o proponer superficiales principios propios de la New Age, este libro presenta una sabiduría puesta a prueba por el tiempo y adaptada específicamente para ayudar a vivir con plenitud e integridad en un mundo que cada vez resulta más desafiante.
El libro se articula cuatro partes bien distintas. La primera de ellas explica con enorme acierto y sencillez la recuperación actual de la filosofía para la vida cotidiana. Marinoff ofrece además un magnífico resumen de la historia de la filosofía que podría ser un texto de lectura obligada en el bachillerato. Otra cosa es su brevedad: por poner un ejemplo, despacha a Kant en un abrir y cerrar de ojos pero hace comprender al lector la complejidad kantiana de la distinción entre fenómeno y noumeno. Este resumen histórico justifica por sí mismo la lectura del libro. En esta primera parte, no en balde titulada "Los nuevos usos de la sabiduría antigua", Marinoff plantea la utilidad de la filosofía como conjunto de saberes de sanación de las patologías individuales y sociales que en el mundo posindustrial acosan al género humano. Para él la filosofía contiene un acerbo histórico con un potencial de terapia incalculable.
Ayer, mi amigo Juan me trató como una reina y me regaló su música, Fermín me llamó para escuchar mis poemas, Juanjo Téllez compartió ideas para nuestros proyectos de inmediato futuro y el Porky en su recién estrenado ático con vistas me invitó a una cerveza. Un día repleto y cargado de emociones que me llevaron a volver muy cansada a casa pero tremendamente feliz. De vez en cuando, quedarse con lo bueno que te ofrecen los que te quieren y te rodean, es sencillamente lo más inteligente. A los que me dais tanto y no ocultáis la satisfacción de compartir momentos, gracias.
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