Los temas de igualdad, mujer y juventud han sido los pilares sobre los que ha trabajado el Ministerio de Igualdad. La eliminación de dicho Ministerio ha provocado que ríos de tinta hayan llenado las publicaciones del fin de semana.
Resulta sorprendente, a buenas horas, mangas verdes; que ahora haya sido cuando nuestra ministra, la alcalaína Bibiana Aído, haya recibido más reconocimientos. A muchos nos ha indignado la clausura del Ministerio. Uno porque estábamos convencidos de su necesidad. Otro porque era una de las "apuestas progresistas estrella" de Zapatero. Y la última porque la partida presupuestaria que suponía el funcionamiento del mismo, no mermaba las arcas públicas como para que se pudiera poner en entredicho su mantenimiento.
Sin embargo, nuestros dirigentes han decidido su supresión. La Ministra, con esa talla profesional que a pesar de su juventud la engrandece, ha optado por seguir trabajando en políticas de la misma línea y calado y permanecerá como Secretaria de Estado. Queda pendiente de aprobar la Ley de Igualdad de Trato.
Aído con su Ministerio ha marcado un antes y un después en la conciencia de los ciudadanos de este país. Eso es así, le pese a quién le pese y creo que es de recibo reconocerlo. Un Ministerio transversal que ha llevado adelante la aprobación de Leyes que tenían que ver con los Ministerios de Sanidad, Asuntos Sociales, Exteriores o Justicia. Que sola, frente a la derecha más rancia de nuestro territorio, ha defendido temas progresistas y peliagudos donde los haya, encontrándose en todos los charcos. Y lo ha hecho bien, ha aguantado el tipo y los insultos.
Ahora con la elegancia que le caracteriza ha decidido seguir en la brecha. Y desde aquí tengo que aplaudirle porque ha dado una lección a algunos políticos, a ésos que por no bajar de categoría muerden y matan para mantenerse en sus sillones. Una lección a ésos que olvidan que el primer deber que tienen es seguir sirviendo al ciudadano en los asuntos públicos, desde arriba o desde abajo. Aído ha vuelto a dar otro ejemplo, de lo que en realidad queremos ver y quieren ver, los ciudadanos desapegados de las prácticas políticas por culpa de las actitudes y aptitudes de nuestros dirigentes. Necesitamos muchas Aídos gestionando nuestros intereses porque así, posiblemente otro gallo cantaría. ¿No es digna cualquier profesión sea cual fuere el escalafón? ¿No es digno el papel que se cumple desde la militancia de base?
Le deseo a Bibiana que brille más si cabe, desde su nueva etapa como Secretaria de Estado porque su trabajo es indiscutiblemente necesario.
Y un apunte más, crítico y con criterio, tal y como nos corresponde a las mujeres de izquierda: la Igualdad no es un asunto de Asuntos Sociales, ni de Salud, quizá por eso no debiera ser parte de ningún otro Ministerio. Por derecho es un asunto de Justicia y quizá el error ha estado en no situarla correctamente en el organigrama.
Bibiana ha demostrado su buen talante,ha hecho un magnifico trabajo y lo seguira haciendo como Secretaria de Estado. Muchas como ella en Cádiz necesitariamos.
ResponderEliminarSe podrá decir más bonito, pero no más alto ni más claro. Totalmente de acuerdo. A estas alturas creo que ha sido un error acabar con el Ministerio de Igualdad, cuando es de los más sonados y el que está en las noticias día a día. ¿Por algo será No?
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