"En mi mundo sólo existían los puntos y seguido.
Tú me enseñaste a utilizar, los puntos y aparte".
No te diste cuenta de que el paño
estaba tan ajado que no soportaba ni siquiera
un solo remiendo más.
Tres cafés a la semana,
noventa minutos por entregas,
intermitentes quizá, más míos que tuyos
y por justicia.
Sin embargo, debió ser pedir mucho
sin calibrar el porcentaje a cambio.
Ya da igual, suelta lastre,
quiero ser la primera en la mudanza.
No me vuelvas a abrir la puerta,
tampoco voy a volver a entrar por debajo.
Puedes quedarte con los miércoles,
con los siete días de la semana
y con los trescientos sesenta y cinco del año.
Blanca Flores Cueto. Inédito aún.
P.S.: He aprendido sola a poner punto y final.
Palabras que no logran quebrar mi amor,
ResponderEliminarporque siempre te seguiré amando.
El tiempo fue escaso pero intenso,
has dejado tu huella en mi corazón.
Los remiendos fortalecen al paño,
si las puntadas las hacemos los dos.
Quizás la llama que nos ilumina,
da más luz por la entrega de tu amor,
pero juntos somos los que avivamos
las brazas, para que puedan dar calor.
Por donde ahora estés caminando,
sentirás que te estoy llamando…
la puerta siempre abierta esperando,
para que puedas volver a mi lado.
Cada día sin ti será eterno,
habrá mucho dolor y desolación.
Estas son mis palabras que me han inspirado tus bellos versos. Las he escrito como una posible respuesta a la misma. Un abrazo.