27 de agosto de 2011

Discutir desde el acuerdo, discutir desde el conflicto.



Un atisbo de posible reencuentro es innegociable. Una posibilidad de comunicación, de resolución de problemas, de arreglo de diferencias... son imprescindibles para cambiar la situación mundial que nos acecha con un futuro peor... La clase política, las personas con voz que por su posicionamiento ideológico, cultural, por sus propuestas pueden decir y hacer algo, tienen que hacerlo y decirlo ahora. Deben de empezar a exigir la cordura en estos momentos de caos que envuelven al devenir de nuestro mundo, este tan internacional y avanzado ¿mundo?, en el que vivimos.

Cuando la austeridad es una exigencia, cuando tenemos que doblegarnos ante los mercados, cuando siguen las guerras y cuando en países como Somalia el hambre arrasa con la población no nos queda otro remedio. La humanidad sigue jugando a batallitas con soldaditos de plomo y reeescribiendo una historia cargada de torpezas, maldades y despropósitos.

Las personas, los países, los íntereses... consiguen que los valores, el desarrollo de la humanidad y otros tantos objetivos loables sigan siendo eternamente una utopía.

En España y otros países empiezan a darse algunos pasos, parece. El PP y el PSOE acuerdan una reforma constitucional, el PSOE reune el lunes a sus barones diputados y ejecutiva, gritos de solidaridad resuenan mundialmente y la bloguera cubana Yoani Sánchez clama porque se levanten puentes desde cada orilla: frágiles e incompletos, como atisbo de un posible y futuro reencuentro. Noticias que caducan.

En medio de las polémicas, estoy convencida de que son los propios gobernantes los que tendrán que empeñarse en que la discusión y las distintas opiniones que son posibles incluso necesarias, resuelvan problemas. Pero que para que algo cambie no es lo mismo discutir desde el acuerdo que desde el conflicto. Y es que hay veces, en las que hay que dar un brazo a torcer y buscar la concordia. Aunque para algunos y algunas sea incomprensible, es algo que se hace en ocasiones, indispensable.


Como no empecemos entre todos y todas a construir desde el acuerdo, será mejor que a todos los rincones lleguen de una vez, los temidos tsunamis. Parece que es la única manera de terminar los puentes.





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