Desde el pasado miércoles en los centros educativos de nuestra ciudad no se ha hablado de otra cosa. Los chicos y las chicas estaban totalmente revolucionados dentro y fuera y de las aulas. Rettwiteaban lo que estaba pasando, querían saber quiénes eran los protagonistas, se preguntaban todo y por todo...
Una ocasión y una oportunidad lamentable, pero ocasión y oportunidad para que los docentes y padres pusiéramos el asunto encima de la mesa y lo abordásemos desde todos nuestros foros posibles.
Un vídeo pornográfico ha sido realizado y distribuído por menores en las redes sociales, ese ha sido el tema. Doble delito: Divulgación de pornografía y atentado contra el honor y la intimidad.
Los debates y tertulias se han multiplicado en estos días. Comentarios de lo más variopinto. Y de ahí varias conclusiones y decisiones: No se ha tratado, ni limitado, ni alertado a nuestros jóvenes sobre el uso de su cuerpo, de las redes, ni de las consecuencias que cualquier acto que se lleve a cabo, puede repercutir. Decisión: Este asunto hay que tratarlo, debatirlo y actuar en consecuencia con responsabilidad, madurez y conciencia.
Calatayud ha lamentado que estos jóvenes "no
son conscientes" de que han cometido un delito de divulgación de
pornografía y otro contra el honor y la intimidad de la chica que
aparecía en las imágenes, "ni de que sus padres deberán responder
económicamente de las consecuencias de esos delitos, ni de que esas
indemnizaciones van a ser bastante importantes".
El juez de Menores ha considerado que estos casos, en los que los menores cometen delitos relacionados con Internet, "son una cuestión de falta de educación y de pérdida de valores",
ya que nadie les ha enseñado que "cuando cometen un ilícito tienen que
responder" ante la Justicia, y "cargan además a sus padres con las
consecuencias". Extraordinaria entrevista publicada en la Voz al Juez de Menores Emilio Calatayud, completa, pinchando aquí.
Claro que la sexualidad se trata en las aulas desde hace tiempo, se supone que el uso de las redes y lo que por ahí se exhibe se escapa del control, pero también habrá que replantear en los centros educativos y en las familias un decálogo sobre el uso adecuado del cuerpo en el ámbito íntimo y privado y sobre lo que en las redes se difunde. Posiblemente los culpables y los perjudicados de como están las cosas, son y serán toda la sociedad.
La educación, la pérdida de valores y de principios fundamentales nos llevan por esta preocupante deriva.
"el juez Calatayud ha señalado que "los niños tienen legalmente la
obligación de respetar y obedecer a sus padres mientras estén bajo su
tutela, y aunque sean mayores de edad", pero en las últimas generaciones
"no hemos hablado a nuestros hijos de sus deberes, sólo de sus
derechos", y la consecuencia ha sido que "están abusando de los
derechos, y haciendo dejación de los deberes".
Es imperdonable que dejemos pasar estos asuntos por alto.
Es necesario modificar la Ley del Menor judicialmentey, sobre todo, la que se practica en las casas y en los colegios.No debemos tener miedo a esos cambios, somos los adultos y ellos el futuro. No nos quejemos pues de quiénes estarán gobernándonos después si, ahora, lo permitimos
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