"Tosar no lo dijo en la entrevista, pero nosotros podíamos adivinarlo detrás de sus palabras: si no llega a ser por aquella profesora de instituto, ahora quizá sería un tipo muy parecido a Malamadre, el personaje que le ha proporcionado más fama y más elogios de toda su carrera. Pero tuvo la suerte de encontrarse con una profesora que intuyó su talento y le animó a adentrarse por un camino que a él nunca se le había pasado por la cabeza. De lo contrario, ahora estaría trabajando en un supermercado o levantando pesas en un gimnasio. O quizá haciendo cosas peores, como el propio Malamadre. Cuando un actor interpreta tan bien a un personaje, es porque una parte de su persona no tiene ningún problema en identificarse con él".
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"¿Cómo se hace un buen profesor? Intuición, entusiasmo, humor, mano izquierda, comprensión, curiosidad, amor por el esfuerzo, dedicación al que más lo necesita: he aquí las cualidades que hacen a un buen maestro. Los conocimientos también cuentan, por supuesto, pero de nada sirven si no van acompañados de todas estas cosas. Luis Tosar lo sabe bien. Sería bueno que todos nosotros también lo supiéramos".
Por Eduardo Jordá en Diario de Cádiz, nuestros políticos se esfuerzan en poner de manifiesto el reconocimiento a la clase docente y ciertamente es necesario que así sea. Pero en ocasiones, un testimonio vale más otros empeños.
¿Quién no recuerda con especial cercanía a algún maestro o maestra que en cada una de nuestras vidas académicas dejó huella? Todos tuvimos alguno que pensó que éramos un diamante en bruto que pulir e insistió en ello. Es eso lo que hay que reconocer y contar, para que la figura del que conduce no se diluya en las controversias que el mundo educativo nos presenta.
Hoy, a medio día se ha enterrado antes de tiempo mi compañera y ateneísta Pepa Tocino. Llovía y su recuerdo, cuando iba a reunirme con los míos, me llevó a pensar que ella ha sido otra de esas profesoras anónimas que tanto han contribuído a poner en valor las cualidades de sus alumnos. Otra de esas por las que celebrar un homenaje y por las que seguir luchando cada día.
Hoy, a medio día se ha enterrado antes de tiempo mi compañera y ateneísta Pepa Tocino. Llovía y su recuerdo, cuando iba a reunirme con los míos, me llevó a pensar que ella ha sido otra de esas profesoras anónimas que tanto han contribuído a poner en valor las cualidades de sus alumnos. Otra de esas por las que celebrar un homenaje y por las que seguir luchando cada día.
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