Cuando la inspiración viene sola, llama el insomnio a la puerta: el deseo de crear obliga. Transfigurarse en la experiencia de atrapar el verso y la idea es un acto de placer, dolor y trabajo. Así es la poesía, quién la ha sentido, disfrutado o sufrido, lo sabe. Éxtasis onírico y lírico que me fecunda. Recrear por los cuatro costados es vital para seguir despierta.
11 de septiembre de 2010
Hoy toca, concierto de Sabina.
Y morirme contigo si te matas... el amor cuando no muere, mata y amores que matan, nunca mueren.
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