Cuando la inspiración viene sola, llama el insomnio a la puerta: el deseo de crear obliga. Transfigurarse en la experiencia de atrapar el verso y la idea es un acto de placer, dolor y trabajo. Así es la poesía, quién la ha sentido, disfrutado o sufrido, lo sabe. Éxtasis onírico y lírico que me fecunda. Recrear por los cuatro costados es vital para seguir despierta.
2 de septiembre de 2010
Mañana se estrena la película Lope
Que otras veces amé negar no puedo,/ pero entonces amor tomó conmigo la espada negra,/ como diestro amigo,/ señalando los golpes en el miedo.
Más esta vez que batallando quedo,/ blanca la espada y cierto el enemigo,/ no os espantéis que llore su castigo,/ pues al pasado amor amando excedo.
Cuando con armas falsas esgremía,/ de las heridas truje en el vestido / (sin tocarme en el pecho) las señales;/ mas en el alma ya,/ Lucinda mía,/ donde mortales en dolor han sido,/ y en el remedio heridas inmortales.
Lope de Vega, de su poesía amorosa.
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