14 de febrero de 2011

El día más absurdo del año.


Hace mucho, muchísimo tiempo que el día de San Valentín, (aunque el nombre de Valentín me gusta); me parece uno de los días más absurdos del año. Eso lo saben de sobra los que bien me conocen. Esta sociedad de consumo nos empuja a celebraciones sin sentido y a gasto inútil. Las fiestas navideñas también empujan a ello y reconozco que el comercio tiene que hacer su agosto aunque sea febrero, pero celebrar el día de los enamorados, que me perdone también la hostelería; no es algo que entra en mis planes.

Y lamento decepcionar a los que piensan que soy una romántica empedernida o algo parecido, porque está tremendamente lejos de la realidad. Que de vez en cuando, me permita escribir poesía e inventarme historias en mis versos, no tiene nada que ver con mi vida cotidiana. No deseo romper prejuicios pero aunque en el fondo parezca una sentimental, eso no es lo que siento. Lo de la poesía es un juego y un vicio que mantengo con la ligüística y la literatura, un entretenimiento personal. Lo de los enamoramientos y sus búsquedas, me parece algo anacrónico en la era digital. Tal vez me estoy haciendo mayor o no estoy hoy para la lírica.

Y por eso, días como hoy me rebelan. Sí, me rebelan con "b", porque no me van las manipulaciones y porque me parece insulso y un insulto a la inteligencia emocional de las personas humanas. Tal y como suena. Me parece bochornoso, que con tanta mentira, falacia, doble moral y lados oscuros, hoy, precisamente hoy, haya quiénes regalen un ramo de flores, una caja de bombones, un perfume, un viaje, una sesión de spa a otro "alguien" con quién prácticamente no se hablan en el resto de 364 días del anuario. Que en un día como hoy sea cuando se miren a la cara y se digan un falso "te quiero" a empujones porque el día obliga. Me parece absurdo y casi imperdonable.

Cualquier otro lunes, cualquier noche es más apropiada para una larga conversación incluso por teléfono o por íntimos mails nunca desvelados, para compartir secretos, para mirarse a los ojos, para escuchar las voces y los ecos como diría Machado, cualquier momento a hurtadillas puede ser ese día, todos los días de un todo, o de un nada... Más vale mañana. Hoy me niego a pregonar a los cuatro vientos falsos sentimientos.

Hoy con prosa, hoy no puedo con la poesía. ¿Cúal es el amor que existe, si es que realmente existe? ¿Está el amor precisamente y solamente hoy en una tarta con forma de corazón? En el fondo, le haríamos más negocio al comercio y a la hostelería, celebrando muchas veces que tenemos compañía, cualquier otro día del año. Por eso hoy tengo muchas otras cosas que hacer en mi agenda. Lo siento. O me alegro, de precisamente tener y disfrutar de muchos otros momentos más alla de la décimo cuarta jornada de febrero.


Post Scriptum: La foto, magnífica, de una espectacular puesta de sol compartida de verdad, en la Punta del Boquerón. Se la debo al fotógrafo gaditano Paco Rocha. Eso sí que es un regalo. Y de todas formas, a los que lo celebren, felicidades. Siento pedirles hoy, que no cuenten conmigo.



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