Ahora estoy convencida, de que tú
como todos, ocupas
el lugar que te mereces.
Besos, lágrimas y abrazos,
los necesarios.
Hiciste lo que se te antojó,
pisaste rosas y deshojaste margaritas.
Te diste, como todo el mundo,
tus homenajes. Oíste música y
disfrutaste de la lectura.
Te importaron los demás,
lo justo. Nada.
Tomaste todo sin dar algo a cambio.
Nunca miraste,
las fechas del calendario.
Viviste, y te reiste del universo.
Te miraste en todos los espejos.
Pero te perdiste la salida del sol.
No estuviste cuando se te necesitó,
para nadie. Aunque quisiste aparentar
todo lo contrario.
Ahora ocupas el lugar
que te mereces. El tuyo.
Sin crisantemos
ni velas que huelan a muerto.
Patio tercero, nicho quinientos veinticuatro.
Inédito de Blanca Flores.
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