Pasa el tiempo, la ciudad cambia en algunas cosas. Mejora, empeora, se ofrece a los visitantes con novedades y con desperfectos. El fin de semana me permite detenerme en los detalles, fotografiar lo que me llama la atención, disfrutar de lo bello o mostrar disconformidad con las cosas que a pesar del tiempo, no tienen arreglo.
Suelo hacer deporte por el parque y la alameda. Hace meses que ¿por obras?, una parte del paseo lleva cortado, lo que obliga a salir a la acera sin poder realizar una travesía cómoda. ¿Por qué cuando se levantan un par de losas de cualquier acera, tardan tanto en arreglarlas, ocasionando las consecuentes molestias a los ciudadanos? No me lo explico, sin embargo; la propaganda en los periódicos, con lo que eso cuesta, no falta a diario.
La hostelería y los emprendedores comienzan a adecuar sus locales, menús y servicios a la efemérides que celebraremos en el 12, el bicentenario de la Constitución. En la calle San Francisco, se acaba de inaugurar un nuevo restaurante: Constitución 1812, habrá que probarlo.
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