24 de noviembre de 2010

De la Plaza de abastos al Mercado de San Miguel.



La asociación de comerciantes de Madrid se ha preocupado de sacar rendimiento a su nuevo mercado, el más antiguo de la capital y el más moderno a su vez. No hay nada como salir de Cádiz para comprobar que hay más allá de Cortadura y como pueden importarse ideas que arreglen nuestra situación.

Hace unos días, se publicaba en un artículo de La Voz de Cádiz, el estado que sufre la nueva plaza de abastos en Cádiz, intransitable, caída de las ventas, deterioro de lo recién estrenado... Asodemer incluso se permite renunciar al uso de las nuevas tecnologías. Se han cerrado tres puestos y parece que la obra en los aledaños no se terminará por falta de presupuesto municipal del Ayuntamiento.

Hay que cambiar el concepto y hay que cambiar la gestión.

¿Dónde está el Ayuntamiento? ¿No hay iniciativa privada que permita una apertura del mercado a la ciudad y al turismo que nos visita? ¿Es más importante la tribuna del Estadio que el futuro económico de la localidad?

No debiéramos consentir que una obra de esta envergadura, en la que se ha invertido tanto tiempo y tanto dinero termine arruinando a los comerciantes y al centro de la ciudad. San Miguel es un ejemplo en Madrid, de cómo debe entenderse un mercado en el siglo XXI. Delicatessen para un buen gourmet, desde ostras con el mejor ribeiro o albariño, al exquisito jamón de bellota, desfiles, cursos de cocina, entre libros, frutas, carnes, pescados y especias... Eso sí, un mercado abierto prácticamente las 24 horas, los 365 días del año. Un lujo del que merece la pena disfrutar, un lugar para siempre volver.

Otro vídeo sobre el mercado de San Miguel, pinchando aquí.

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