“Mientras haya alguna ventana abierta,
ojos que vuelven del sueño, otra mañana que empieza”.
Pedro Salinas
Te refugias en una amalgama de desencuentros,
para ocultar tus miedos.
Te asomas al precipicio y deshojas,
sin sentido,
los pétalos de todas las flores,
a sabiendas de que vas marchitando
a todas las margaritas.
Disfrutas de los rayos de sol,
de una copa del mejor vino,
de una compañía envidiable
que regala a tus oídos
las palabras más bellas,
los pretendidos versos, con los que tal vez,
algún día soñaste eternizándote.
Te permites todos los placeres prohibidos,
mientras sigues pensando que todo es efímero,
que nada pervive,
y te equivocas.
En el fondo no soportas
el sonido de la sirenas
de las ambulancias.
Blanca Flores Cueto, de Por debajo de la puerta.
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