Ochocientas mujeres de la Toscana con relaciones estables se sometieron a la evaluación. Las dividieron en tres grupos: las abstemias, las que tomaban una o dos copas de tinto al día y las que sólo lo bebían esporádicamente. Y las sometieron a un cuestionario sobre la función sexual femenina según una escala homologada internacionalmente. Diecinueve preguntas, en total, sobre seis parámetros de la sexualidad: deseo, excitación subjetiva, lubricación, orgasmo, satisfacción y dolor. Bueno, pues las consumidoras moderadas de vino tinto (las de un par de copas cada día, como máximo) arrojaron mejores puntuaciones en deseo y lubricación que las otras participantes.
En el Diario de Cádiz por José Aguilar. El articulo completo desvela algún que otro tabú. Si se trata de vivir mejor, ¿por qué no?
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