Once de marzo de 2004. Salón Internacional del Estudiante en Ifema, Madrid. Había sacado varios días antes mi billete para el primer AVE de Sevilla con destino a la capital, Atocha.
Un taxi, el primer cercanías a Santa Justa y de ahí a llevar a cabo mi jornada de trabajo en búsqueda de novedades para mi Asesoría de Actividades Estudiantiles, mi destino en la Delegación en aquel año. Pasamos Córdoba y algunos contraviniendo las normas no habían apagado la radio. Algo estaba sucediendo... Puertollano, alguien por móvil debió recibir una alerta.
Los pasajeros pedimos que se parase el tren cuyo maquinista empecinado en dirigir a su destino no quería detener. Bajamos al andén y entramos en la cafetería de la estación, las primeras imágenes comenzaban a subirse a los informativos... entonces los muertos contabilizados no llegaban a la media docena.
Los nervios empezaron a apoderarse del estado de ánimo de varias personas y ya no había quién pudiese contactar con la Estación fin del trayecto. No funcionaban los móviles y empezaban a no saber que hacer con nosotros. Unos llegaron a Madrid en autobuses, otros regresamos en el mismo tren que habíamos cogido a primera hora para estar a poco más de las diez adonde no llegamos nunca. Ese día a nosotros nos mereció la pena no llegar.
Tuvieron que pasar varios días para darme cuenta realmente lo que había pasado, yo también podía haber estado en cualquiera de esos trenes...
Seis años para que nada me produzca pánico, para no dar nada por perdido y aunque merece la pena luchar por la justicia, tengo más motivos para solidarizarme con las familias que perdieron a alguno de sus seres queridos. Más todavía, para valorar los gestos que afortunadamente me sigue regalando la vida.
En 2005 fui en avión a Barcelona, Edudáctica es la réplica de Aula. Mi tren sigue adelante, con más valor si cabe. Guardo el recuerdo y la devolución del billete de vuelta para siempre. A pesar de todo mantengo todos los proyectos, las ilusiones y las sonrisas. Nunca pensé que escribiría mi experiencia, hoy se me apetecía.
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