Cuando la inspiración viene sola, llama el insomnio a la puerta: el deseo de crear obliga. Transfigurarse en la experiencia de atrapar el verso y la idea es un acto de placer, dolor y trabajo. Así es la poesía, quién la ha sentido, disfrutado o sufrido, lo sabe. Éxtasis onírico y lírico que me fecunda. Recrear por los cuatro costados es vital para seguir despierta.
Preciosa la sugerencia....
ResponderEliminarSelva me alegra tenerte por aquí, tenemos que vernos. Un beso querida amiga.
ResponderEliminarMenos mal que ha entrado el comentario porque llevaba 3 ó 4 que no sé qué pasaba pero no subían. Nos veremos pronto. Otro beso.
ResponderEliminarPD ¿de quién es la foto? Magnífica.